Buenas noches mis deseados eurolectores,
Seguimos con el viaje por la historia del Festival de Eurovision paseando por grandes temas que han concursado en el show musical más importante de Europa. Hoy con mi canción favorita de 1986 y una de las más populares de las que Yugoslavia presentó a competición, Zeljo moja, de Doris Dragovic, que traducida al castellano es Mi deseo.
La Diva balcánica contaba con 25 añitos cuando pisó el Grieg Hall de Bergen, pues nació en 1961, pero el vestido "repollesco" y monjil, de satén cuello vuelto, y los cardados de laca propios de la época le daban un aspecto de señora cincuentona, cosa que también le sucedía a casi todas las participantes veinteañeras de las décadas de los 80's y 90's. Todo lo contrario que en su intentona de 1999, cuando al cantar el bíblico María Magdalena en Jerusalén con 38 años aparentaba 25 debido a las diversas cirugías y el "Gaultier" que se calzó.
Doris llevaba ya un par de añitos en el mercado musical croata cuando se presentó a la selección nacional yugoslava, en la cual competían cantantes de todas las regiones del país, lo que popularmente conocemos en la actualidad como Eslovenia, Bosnia & Herzegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia y Croacia.
16 canciones lucharon en dicha gala, pero fue la joven de Split la que ganó la votación conquistando a los 8 jurados regionales que la auparon al primer puesto con 57 puntos. Solo 5 votos más que Novi Fosili que quedaron en segunda plaza y representaron al país un año después. También tomaron parte Dado Topic (2007) que quedó 4º, Hari Mata Hari (2006) que quedó 5º, Daniel (1983) 11º y Seid Memic-Vajta (1981) 12º ¿Os dais cuenta de que los yugoslavos por aquel entonces tenían su propio Melodi en el que cada año competían figurones?
Bien, tras ganar el cuadro balcánico se ganó el visado a Noruega para comer salmón y ver los fiordos. Así que le tocó actuar en segundo lugar tras la fuerte balada de Luxemburgo y antes del petardo francés. Pero como ya sabemos que el puesto 2 está gafado y es la posición maldita, por lo que sólo pudo quedar 11ª de 20 con 49 puntitos y 12 de Chipre incluido (Grecia se retiró en último momento).
Tras ser presentada por una elegantísima y brillante Ase Kleveland, que en aquellos momentos era la Ministra de Cultura del país y 20 años antes había sido representante de su nación en el ESC. Una rimbombante Doris con poses de Diosa y posturéos propios del twitter aparecía en el escenario de estalactitas y estalagmitas que emulaban el hielo en cartón-piedra del barato.
Se arrimaba al pianista para ronear con él y restregarse con el piano atómico, cómo lo denominaba el comentarista Antonio Gómez que era insufrible con su "libro del amor bengalí" pa'rriba y pa'bajo. Para acabar haciendo miradas propias de la desfollada Simone de Oliveira.
Mención especial merecen las dos coristas, una por tener una buena flauta que llevarse a la boca y la otra por su rubio teñido con raíces negras y su rasgueo de guitarra española con las manos llenas de anillos.
Aunque ganó la niñata italo-belga convertida con los años en un morcón con patas, la poderosa Doris era una de las favoritas a la victoria... pero como pasaba en aquellos años luego ganaba la que no debía... así le pasó a Yugoslavia que debiendo ganar en 1986, cogen y lo hacen 3 años después con el truño del Rock me, robándole la victoria a Italia y Avrei voluto. Pero en el fondo da igual, porque lo importante es que era, es y será la favorita de los eurofans pasen los años que pasen.
Y es que la grave y cazallera voz de la diosa yugoslava es como una melodía similar a la del flautista de Hamelin, que nos arrastra a tod@s a un limbo de tul y satén con purpurina en la piel, cuando canta y nos hipnotiza como si de una ninfa se tratara con esos "sve" que ponen los pelos como escarpias.
Os cuento un poco de que va el drama del día. La panadera de la Doris se ha quedado sin marido porque se fue a comprar tabaco y se lo tragó la tierra. Y ella entre palmeras y palmeras se pasa llorando las mañanas enteras... Reza al cielo que regrese porque no aguanta más ese castigo que le ha mandado el destino, sufre como alma en pena y solo quiere apaciguar su pena con la vuelta de su Zeljko, su fontanero, el que le arreglaba las cañerías, y anhela que se dé cuenta de que se dejó el mechero y entre por la puerta de nuevo, porque es su deseo.
Ains, si es que la que no sufre es porque no quiere... ¡Pero cuanto drama! Al final os he de confesar que Doris fue al "Hay una cosa que te quiero decir" (en serbocroata "Sto posto te ljubam, sto posto e da") para reencontrarse con él, y lo hizo porque se presentó en el plató para decirle que había conocido a una eslovena la mar de buena que se llamaba Nusa y había tenido 5 hijos...
Continuará, pero de momento yo me despido hasta mañana deseándoos que hayáis pasado un rato divertido y animándoos a que leáis mañana la entrada que va sobre una Lady muy española ;) Eurobesos
Agradecería que se enmendara el error. Yo nunca comente el festival de Eurovisión, ni en 1985-86 ni nunca. Otros blogs ya lo han subsanado. Gracias. Antonio Gómez Rufo. www.gomezrufo.com
ResponderEliminarYa lo tiene retirado. Pero he decirle que el comentarista si se llamaba Antonio Gómez de ahí que solo retire su segundo apellido.
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