MI VISIÓN DE EUROVISION

Columna de opinión basada en la pasión que siento por el concurso, aderezada con unas gotitas de ironía, una pizca de acidez y puñados de diversión, que se actualizará diariamente abordando desde los temas de más rabiosa actualidad en el micromundo del Certamen Europeo, hasta los momentos inolvidables de la historia del Festival de la Canción.

26 febrero 2014

ITALIA 1974


Buenos días queridos eurolectores,

Continúo sacando joyas musicales a escena y hoy le toca el turno a la que para mi juicio debería haber ganado a Waterloo de ABBA, si bien doy gracias de que no lo hiciera porque nos hubiéramos perdido al mejor grupo de la historia contemporánea de la música. A pesar de todo fue bien merecida esa medalla de plata que no pudo luchar contra la que está considerada mejor canción de los primeros 50 años de certamen.

La joven Gigliola Cinquetti era una adolescente de dieciséis años cuando ganó la novena ceremonia europea celebrada en 1964 con Non ho l'eta (No tengo edad), pero no quiero destripar esa historia que saldrá a la luz dentro de unos días... Así que con veintiséis años y diez después de su absoluto triunfo se arriesgó de nuevo pisando el suelo eurovisivo para tratar de saborear otra vez las mieles del triunfo.

Tras la debacle de Domenico Modugno en 1966 cuando quedó último sin sumar puntos con Dio come ti amo, como ya os he contado en alguna otra ocasión, hizo que la RAI dejara de enviar al ganador de Sanremo con su canción victoriosa. Así que a partir de 1967 se decidió que se enviaría al ganador del concurso musical Canzonissima que también llevaba organizándose desde 1956 como nuestro amado festival.

Canzonissima tenía lugar en el mes de octubre, por lo que el vencedor viajaba seis meses después a la ciudad que acogía el ESC con una canción nueva y diferente para cumplir con la norma de la fecha de publicación del tema. Este sistema se usó entre 1967 y 1975, exceptuando las ediciones de 1968 y 1969 donde se volvió a seleccionar al triunfador de Sanremo pero con un tema diferente.

Gigliola, la señorita de Verona, ya estaba hecha toda una mujer y había madurado en todos los sentidos. Y como tenía el don de convertir todo lo que tocaba en oro, en 1973 se presentó al concurso otoñal y ganó con Alle porte del sole (A las puertas del cielo). Un tema muy potente en la línea de los que se oían en Eurovision en la década de los setenta, quizá menos intimista y especial que Si y más fácil de que entrara a la primera, pero independientemente de todo es una obra que no podéis dejar de conocer.

 

La Diva italiana estuvo erótica y sensual y con una mirada que conquista a cualquiera que la esté viendo, como hizo en The Dome de Brighton, si bien el perfil y la interpretación de ambos temas son diametralmente opuestos pero la temática es similar, pues habla de una mujer que se siente en las nubes cuando está con su amado.


Y es que la letra de Si aborda un tema muy delicado y tabú para aquellos días, que disfrazado de poesía torna a ser más romántico que erótico aunque su naturaleza sea inversa; pues la Cinquetti cerrando la ronda de actuaciones de 1974 cantó una canción que la que una recatada chica que es virginal y pura de repente es atacada por un subidos de estrógenos y se pone a mil hasta decirle a un bello joven que la lleve al cielo haciéndola sentir mil y una emociones orgásmicas. Vamos, que nos cuenta lo que es una primera vez y las emociones que se sienten cuando descubres el placer del asunto.

Así pues acompañada por un coro de cuatro voces femeninas vestidas a juego que parecen compañeras del colegio de monjas, todas con el uniforme escolar, lució plena con su vestido verde turquesa y su peinado que la hacía parecer quince años mayor. Mas todo eso daba igual porque la verdaderamente importante fueron las caras, miradas y gestos que se marcó durante los tres minutos del tema, en los cuales tuvo que controlar unos nervios que le daban la cara en su mano derecha sujetando el micrófono pero que no impidieron que sintiera esa sensación de rozar el cielo y estar en las nubes, esta vez por su placer musical que no sexual.


La italiana logró sumar 18 votos y quedar a seis de ABBA. Con 5 de Reino Unido (por eso es la primer canción de Italia que consiguió entrar en las listas del país anglosajón con su versión Go (Before you break my heart). 4 de Mónaco, 2 de Finlandia y España, y 1 de Luxemburgo, Israel, Irlanda, Portugal y Bélgica.

Una de las anécdotas más sonadas de la historia sucedió con esta representación, pues los dirigentes del gobierno y la televisión estatal italiana consideraron que el título de la canción y el mensaje en sí podían inducir a votar de determinada manera en la reforma de la Ley del Divorcio que se llevaba a las urnas el día 12 de mayo de ese mismo año, es decir 36 días después del festival. Así que bloquearon la emisión en directo y la retransmitieron la misma noche en la que se cerraron las votaciones sobre el tema. En fin... una tontería exagerada por unas mentes retrógradas...


Para concluir quiero deciros que esta canción es muy especial porque me hace sentir emociones que otras interpretaciones no consiguen despertarme, y es que con apenas movimiento y expresión, tan solo con la mirada y los labios, la artista consigue transportar a cualquiera al prado verde donde descubrió uno de los mayores placeres de ser humano.

Eurobesos para todos y nunca digáis que no, hay que vivir todo a tope que sólo tenemos una única vida.

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