Hola de nuevo eurolectores,
Sigue el goteo constante de temazos en el blog, y seguimos analizando piezas musicales que han hecho historia en el concurso, y lo que es más difícil aún, han unido a personas con distintos gustos musicales en la creencia de que la canción de hoy es una alhaja de incomensurable valor.
La más prolífica artista, eurovisivamente hablando, que hemos tenido en el concurso ha sido la sueca de nacimiento y noruega de adopción Elisabeth Andreassen que ha estado en el certamen europeo en cuatro ocasiones.
Venida al mundo el 28 de marzo de 1958 en Gotemburgo, comenzó sus andaduras musicales a finales de los setentas cuando fue descubierta por el compositor Lasse Holm que también estuvo representando a Sweden en 1986. Pero es con el dúo Chips con lo que da comienzo su carrera al estrellato.
Acompañada de Kikki Danielsson en el dúo citado en el párrafo anterior representó a Suecia en Eurovision 82 quedando en octava posición con Dag etter dag. Tres años más tarde, en 1985 se afinca en Noruega donde a dúo con Hanne Krogh, fundando la formación Bobbysocks ganan el festival por primera vez para el país nórdico en su ciudad de nacimiento, Goteborg, con La det swinge.
No contenta con haber ganado ya el festival dirigidas por Rolf Lovland, va y conoce nueve años después, en 1994, al joven portento vocal Jan Werner Danielsen y en Dublín finalizan sextos con la magnífica balada Duett. Había concursado siempre a dúo, había incluso ganado, pero ella quería un premio para ella solita, ansiaba ser dueña y señora de una victoria en solitario, así que en 1996 intentó volver a ganar por cuarta vez la posibilidad de pisar el suelo escénico del festival, y más en esta ocasión que se hacía en Oslo, su tierra adoptiva.
Para poder llegar al Spektrum solo debía ganar el MGP noruego, ya que aunque ese año se creaba la eliminatoria secreta que tanta cola trajo para la EBU y una Alemania eliminada, Noruega no pasaba por el trance de jugársela ahí pues como anfitrión tenía el honor de contar con una plaza el 18 de mayo de 1996.
Así que aunque la ronda de eliminación de los países a concurso se celebró en los días 20 y 21 de marzo, la ceremonia de selección noruega tuvo cita el 30 de ese mes, es decir, diez días más tarde.
Los jurados regionales eligieron con 88 votos al tema I evighet (Eternidad) de un total de ocho propuestas aspirantes entre las que estaban las del incansable Jahn Teigen (Noruega 1978, 1982 y 1983), y Geir Ronning (FInlandia 2005) que acabaron cuarto y segundo respectivamente.
Una vez alcanzado ese paso del proceso de selección en los estudios de televisión de la NRK, ahora ya estaba con los dos pies en la capital del país para dar lo mejor de sí misma y competir con su canción mezcla de sonidos new age y chill out, como continuación de Nocturne que había triunfado el año anterior, y en consonancia con la propuesta sueca que había ganado la ronda previa de marzo; el tema Den vilda interpretado por One More Time, un dúo conformado por Nanne Grönvall y Maria Rasdten que finalizó en tercera posición con 100 votos.
Noruega actuaba duodécima, tras Estonia y antes de Francia. Y en el marcador finalizó en segunda posición, rozando el sueño de hacer doblete tanto el país como la cantante, con 114 puntos y ningún doce, pero tres 10's de Eslovenia, Países Bajos y Suecia.
Es curiosa la votación de este último pues hubo una anécdota cuando la peculiar presentadora noruega Ingvild le pidió los votos a la rancia portavoz sueca diciendo: "¿Nos dará Suecia algún punto este año?" Ya que sus vecinos suecos no les habían votado el año anterior cuando ganaron en Dublín, junto a croatas y austriacos. Este comentario enfadó a la spokeperson que cuando les dio los 10 puntos hizo hincapié en que ahí estaban para que se quedaran tranquilitos jijiji. Aún así daba igual porque la segunda plaza no se la quitaba nadie ya que antes de votar estos iban: Suecia 100 - Noruega 104.
Irlanda con the voice de Eimear Queen se hizo con la séptima y última victoria, así que Bettan con el tema de Tornhild Nigar solo pudo recibir la plata del medallero en un escenario de fríos azules, cálidos rojos y esperanzados verdes, en el cual era acompañada por un teclado, un coro de tres voces, y un músico con una zampoña o flauta peruana. Todos ellos vestidos en elegante blanco y negro.
Tras una postcard graciosa donde se veía su dilatada carrera, sus participaciones en el ESC e incluso a su hija, la cual había pisado el escenario de Eurovision estando en el vientre de su mama. Elisabeth cantó vestida de un negro que la envejecía el onírico tema, que era y es una oda al amor eterno, con efectos visuales simulando ondas acuáticas que daban sensación de paz y tranquilidad.
Posteriormente Bettan no ha dejado de intentarlo por Noruega y Suecia para hacer su quinta reaparición, pero ni el MGP ni el MF piensan que deba volver... Ya tuvo su momento, ahora los cañones a otras...
Eurobesos para todos. Mañana no os perdáis Países Bajos 2005 y Estonia 2000.
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