Buenas tardes de nuevo queridos eurolectores,
Con lo desconfiados que somos los eurofans por naturaleza y más aún los españoles con lo que sufrimos con nuestro amado ente público, hoy os traigo una canción con un mensaje que debemos intentar aplicarnos aunque a veces sea muy difícil... debemos de intentar Creer (Believe) y confiar en que las cosas se pueden conseguir, debemos tener fe en que a lo mejor se realizan nuestros sueños por muy imposibles que parezcan... Y entre esos sueños que habitan en nuestra mente está el que España de una vez por todas vaya a por el triunfo eurovisivo con una representación digna y de calidad, así que esperemos al sábado y recemos todo lo que sepamos para que la elección correcta genere los resultados que generó el tema que analizo en esta entrada.
Rusia, el gigante europeo, había ganado muchas cosas hasta 2008, pero el Festival de Eurovision se le resistía por más que lo rondaba, como le sucedió en el año 2000, 2003, 2006 y 2007, con dos segundos puestos y dos terceros. Así que el 9 de marzo se celebró en Moscú la final nacional con 27 candidados... vamos una maratón musical, en la cual el ganador se proclamaba en base al voto del jurado en un 50% y del televoto en otro 50%.
Dima Bilan actuó en décimo lugar en una preselección en la que entró in extremis, siendo ya el cantante más importante juvenil de la antigua ex unión de repúblicas socialistas soviéticas, sobre todo de su país, la gran madre Rusia. Y saco 54 votos en total, es decir, el máximo de cada de las partes pues se votaba con 1 punto a la peor y 27 a la mejor.
La versión inicial de Believe era sobria pero con mucho potencial, no obstante hay que recordar que con letra del propio cantante, era composición musical de Jim Beanz, la mano derecha de Timbaland. Se apreciaba la mano del americano en el r&b de la obra, que era bastante similar y recordaba a Apologize que había triunfado un año antes en el mundo.
Pero el toque magistral que le hizo sonar a ganadora fue el magnífico arreglo de violín de Edvin Marton. Un compositor y violinista húngaro de 34 años de edad que tocaba y toca uno de los pocos Stradivarius que hay en la actualidad. Dima le conoció a través de otro amigo común de ambos, Evgeni Pluschenko, que es el tercer vértice del triángulo de esta representación, pero vayamos por partes como dijo Jack el Destripador...
En 2006 y con ocasión de los Juegos Olímpicos de Invierno en Turín (Italia), Evgeni le pide a Edvin que le componga una pieza para su programa libre basada en la BSO del "El Padrino", es decir, Speak softly love en inglés o Tu perfume embriagador en castellano. Tras esto, participan juntos en el espectáculo "Art on Ice", que ya se hacía desde 1996.
Por otro lado Evgeni era muy amigo de Dima Bilan ya que eran de los jóvenes más populares de Rusia a mediados de los dos miles y cada uno sentía admiración por el otro. Así que el patinador plusmarquista puso en contacto al cantante ruso con el violinista húngaro, y de esa relación nació el toque especial hizo de la candidatura rusa un éxito.
Los rusos tenían el tema perfectamente arreglado, ahora solo quedaba preparar todo el adorno que acompañara a la melodía.
Dima Bilan, de nombre real Viktor Nikoláyevich Belan, hizo un videoclip promocional que sobrecogía cualquiera que lo viera, independientemente de que el vídeo que se presentó a la EBU como clip previo era la actuación en la gala de selección.
Ahí ya dejaba ver que tanto el violinista como el patinador iban a tener un papel muy importante en la puesta en escena rusa, y los tres iban a viajar juntos a Belgrado para llevar el primer triunfo al tolerante Vladimir Putin...
En este clip se observa como el mensaje de la letra es muy bien transmitido, dando a entender que los jóvenes si se esfuerzan pueden llegar lejos como lo hacen los tres, acompañados de Yana Rudkovskaya que era la novia de Evgeni Plushenko en aquel momento y actualmente es su esposa. ¿Da la sensación de que el director creativo de la representación rusa fue el patinador a qué sí? ... Desconozco si fue así pero es la sensación que me queda tras ver el proceso creativo de toda la candidatura.
Bien, nos situamos en el primer ensayo individual que era el más esperado de todos los de aquella edición; ya que llevaba Rusia primera en las casas de apuestas desde que Dima ganara el pasaporte a Serbia. Se presupone que era favorita de las casas de juego gracias a que los apostantes (entre los que me encontraba) confiaban en que obtuviera el triunfo de una vez, tras haber sido superado por Lordi dos años antes en Atenas.
El ensayo inicial fue terrible, descoordinado, estéticamente desafortunado con un Plushenko encaramado a una escalera puesta encima de la minipista de material resbaladizo que utilizaba Dima para su parte. Hasta el punto que comenzó a caer en las puestas en ese mismo momento, siendo seguida muy de cerca por Serbia y Ucrania, pero sin perder nunca el liderato.
Esto se solventó en el segundo ensayo individual, ya que obviamente se dieron cuenta de que no funcionaba la estética escénica y plantearon un show muy diferente, que es el que se ha quedado grabado en nuestras retinas para siempre, con Dima y su vela en la pasarela y cerca del público, restregándose por el suelo con el violinista en segundo plano, para después posicionarse en la pastilla central en el segundo estribillo mientras Plushenko hace su aparición estelar al ritmo del instrumento del músico centro-europeo.
Todo el numerito no le valió para ganar la primera semifinal actuando penúltimo, pues quedó tercero con 135 votos de todos menos San Marino. La ganadora de ésta fue la griega Kalomira con Secret Combination y 156 puntos, esta vez sí, de absolutamente todos los países restantes.
Con ambas dos representaciones y la casualidad de que actuaran seguidas mediante sorteo hubo una anécdota de producción escénica. Era la primera vez tuvieron que poner un corte de guión entre canciones y sin sentido derivado de que había que sacar la pista de patinaje rusa para poder meter el libro-corazón que guardaba los secretos de la pija griega. En ese momento ya se veía venir que había que permitir a la organización que decidiera el orden de actuación por lo menos parcialmente, para lograr salvar todos estos obstáculos de timing en la escaleta del programa, aunque para eso faltaran aún cinco años.
Finalmente el sábado noche el ruso se impuso a la griega, aunque la helena le hizo pasar una votación que parecía un calvario, ganándole en la primera parte y acechándole en la segunda. En último término finalizó tercera ya que la ucraniana Ani Lorak le quitó con la últimas cinco puntuaciones la segunda posición.
Rusia alcanzó 272 votos. Conformados por los doces de Ucrania, Estonia, Letonia, Israel, Armenia, Bielorrusia y Lituania, es decir casi todas sus hijas eslavas. Los dieces de Serbia, Moldavia, Rumanía, Hungría y Finlandia, y los ochos de Chipre, Malta, Azerbaiyán, Montenegro y Georgia --- inciso ¿Por qué Malta y Azerbaiyán siempre van tan parejas en las puntuaciones? jojojo --- por el contrario no les votaron Reino Unido, San Marino, Islandia, Suiza, Suecia y Dinamarca...
Con este triunfo el chico pudo convertirse en el artista más importante del país, Rusia pudo acoger el certamen y demostrar quienes son y porque lo son, y yo ganarme una pasta gansa que me vino divinamente jijiji.
Eurobesos para todos y mañana volveré al ritmo de una entrada por día con la otra canción que pensaba que podía ganar Eurovision 2008 de no hacerlo Rusia... Noruega con Maria Haukaas.
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