Buenas tardes queridos eurolectores,
Mañana descubriremos quien ocupa mi Top 1 de la historia, aunque creo que es más que obvio porque es la misma canción que muchos tenéis ahí; pero hasta que llegue ese momento dentro de 24 horas, hoy tengo que presentaros la mejor canción que Francia ha presentado a concurso desde 1956. Una obra sublime y que está al mismo nivel, sino por encima, de las cinco ganadoras de 1958, 1960, 1962, 1969 y 1977, y que de nuevo fue el enésimo robo a la nación gala.
Et s'il fallait le faire (Y si hiciera falta lo haría) es una composición magistral de Fred Blondin con letra de Anse Lazio que fue elegida por el equipo de la Diva Patricia Kaas para su décimo noveno disco titulado Kabaret, con el cual se recorrió Europa haciendo un elegante y oscuro show lleno de senbilidad y arte.
France 3, que es la cadena nacional francesa encargada de Eurovision, liderada por su Jefe de Delegación, Bruno Berberes, comenzaron en el otoño de 2008 las negociaciones con la gran artista para que les representara en Rusia, como guiño a que ella tiene un vínculo muy cercano con los países del este por ser muy querida allí. Una vez hecha la proposición, tenían claro que el tema a interpretar sería la dramática balada que hacía la pista número 11 de su disco con una duración de 4'35'' que debían modificarse en minuto y medio para obtener la eurovision version. Únicamente había un problema con la cantante...
...que desde que murió su madre el 16 de mayo de 1989, se había jurado que nunca cantaría ese día ni daría ningún concierto; así que era un problema porque justo era el día en que se celebraba la gran final del ESC en Moscú. Este rumor que inundó las redes sociales hizo presagiar que aun estando conforme con la propuesta contractual de la televisión, al final se echaría atrás para no tener que faltar a su promesa, pero como nada es para siempre al final rompió esa costumbre anual de la mejor manera posible, pasando a formar parte de la lista de grandes voces que han pisado el festival.
La chanteuse française nació el 5 de diciembre de 1966, por lo que tenía 42 años cuando tomó parte en el certamen. Nació en Forbach (Lorena) en una familia compuesta por siete hermanos, madre alemana y padre francés. A los 13 años comienza a cantar en un cabaret alemán hasta que en 1985 es descubierta por el actor Gérard Depardieu y la produce su primer single.
No es hasta 1988 cuando Didier Barbelivien le produce el disco Mademoiselle chante le blues (La señorita canta blues) y su carrera despega vendiendo millones de discos, llegando a trabajar con Pascal Obispo y Jean-Jacques Goldsman y convirtiéndose en la nueva Edith Piaf con una portentosa voz, quebrada de dolor y sufrimiento, recogida en un cuerpo menudo.
Su fulgurante carrera sigue creciendo durante los años noventa, en los cuales lucha mano a mano con Celine Dion por ser la estrella más grande del panorama musical francés, y aunque son perfiles distintos y al final vence la de Quebec a la de Lorena, ella sigue siendo una artista de culto en el bohemio y cultural país.
El dramatismo de sus interpretaciones, las historias que cuentan sus azules miradas y la forma en la que vibra y siente sobre las tablas de la escena hacen que la que comenzó siendo cantante se mimetice con la actriz que lleva dentro y que cuenta y dice, no canta. Y esa forma de explicarnos una canción sin que sea necesario comprender el idioma es la que la hizo grande en mayo de 2009, cuando saliendo tercera al escenario, tras otra estrella mundial, en este caso la israelí Noa junto a Mira Awad, y antes de que hiciera lo propio la cantante de ópera más popular de Suecia, Malena Ernman en el cuarto puesto, la reina de la tragedia nos regaló los tres minutos más espectaculares que ha habido en cincuenta y ocho años.
Los 180 segundos que mantuvo en silencio a todos los espectadores que veían el concurso, y que logró el hecho insólito de que el público interrumpiera su interpretación en tres ocasiones para ovacionar su representación y la pieza que cantaba, fueron mágicos. Desde que sale el rótulo con los datos de la candidatura y en un plano trasero se ve como Patricia avanza hacia su mejor arma, el micrófono con el foco central apuntando a ella mientras suenan los primeros acordes del piano, ya sabes que va a ser un viaje de ensueño por la esencia de la cultura francesa que será proyectada a través de su genuina voz.
La melodía en modo menor con ese aire tétrico de nostalgia, sonidos de un circo con atracciones donde se siente la tristeza, una cadencia rítmica que acompasa el tema con la belleza de los pájaros piando en momentos puntuales. Una música teatral que recuerda a un tiovivo desvencijado y abandonado en medio del parque de juegos. La soledad del alma, la necesidad de la entrega absoluta, la impotencia del querer dar todo y saber que no se valorará nada, el penar de amar incondicionalmente.
La letra es poesía pura y está a la altura de los textos de grandes ganadoras del festival como Après toi o L'oiseau et l'enfant. Os paso la traducción para que disfrutéis de ella:
Y si hiciera falta lo haría, pararía La Tierra
Apagaría la luz para que pudieras permanecer dormido
Y si hiciera falta para hacerte feliz, te escucharía cada noche
Cuando hablaras de amor, hablaría también de él
Así puedes mirar en la profundidad de mis ojos
Así puedes ver aún en ellos el fuego más grande
Y así que tus manos se aferren a mi piel
Si huyeras cualquier día, te seguiría si pudiera
Y si hiciera falta lo haría, desterraría el invierno
Con la gran ayuda de la primaveras y sus claras mañanas
Y si hiciera falta para hacerte feliz, pararía el tiempo
Y así todas las palabras del ayer se quedarían conmigo ahora
Así todavía puedo ver en el azul de tus ojos
Así tus manos se pierden en mi cabello
Haré todo más grande, aunque sea demasiado o insuficiente
Estaré equivocada por siempre, si es lo que deseas
Quiero darte todo, pero sólo si crees en ello
Mi corazón quiere sangrar, sólo si tú lo ves
Hasta llegar a ser tan solo la sombra de tus noches
Hasta llegar a ser tan solo la sombra que te sigue
Y si fuera preciso lo haría.
Por si había alguna duda de que la actuación hubiera sido excelente, sublime, de matrícula; encima cierra con el colofón de darse unos pasitos de baile y una vuelta que te deja sin sentido para acabar saludando al público con una genuflexión de órdago, un gesto que la hizo más grande que ninguna, una detalle que demuestra porque Patricia Kaas es la que es.
Fue maltratada por el televoto, nido de incultura y caldo de cultivo para lo fácil y básico, logrando un puesto 17 de 25 con 54 ridículos y míseros puntos que la colocaron detrás de aberraciones como Rumanía, Albania o Turquía por citar tres.
El jurado, el selecto jurado, que debería volver y quedarse para siempre junto a la orquesta la posicionó 4ª con 164 votos tras la sobrevalorada Noruega, el baladón de Islandia y la gran composición del creador de musicales, Andrew Lloyd Weber, por Reino Unido.
Así que la combinación de los votos hizo que Francia finalizara en 8º lugar con 107 puntos sin una sola máxima votación y con el diez de los anfitriones. Con muchos 6's y 7's se demuestra que recibió doces a porrillo de los jurados pero con los ceros del público se quedaban en la mitad. España le otorgó 3 puntos, es decir que quedó octava en la mezcla española como en el ranking final.
Este tipo de actos me desquician, me exasperan y hacen que dude de todo, del criterio de los votantes, de cómo pueden ponerse a competir una mierda como un zurral contra una delicada joya... Pero bueno, unas veces se gana y otras se pierde... Perdimos la posibilidad de contar con este tema en la lista de ganadores pero ganamos el tener esos tres minutos en nuestra retina y grabados para verlos cuantas veces queramos.
Eurobesos a todos y mañana a vivir con Euphoria el oro de Eurovision 2012 y de mi listado personal ;)
Llevo semanas esperando que la publicaras. Esta es mi favorita desde que veo el festival. Saludos.
ResponderEliminarMe alegro mucho que te haya gustado Jose. Espero que sigas leyéndome y disfrutando del blog. Un saludo
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