ITALIA 1964

Buenas noches queridos eurolectores,

La canción del día de hoy es muy especial, y no porque sea la 5ª que copa la cúpula de temazos eurovisivos que amo, sino que esta inocente melodía está rodeada de un halo de misterio que la hace de lo más especial de la historia del festival.

1964, el año fantasma de Eurovision pues la grabación original de la DR danesa de perdió en el incendio de la nave donde se encontraban los archivos históricos de la cadena nórdica, así que solo existe un minuto y pico del reprise como ganadora de la novena edición del certamen. Según dicen los rumores existe parte del festival pero no ha trascendido cual es la televisión que lo tiene en su historial aunque se presupone que la BBC o la NOS. De momento habrá que esperar al año próximo, con el 60º aniversario del ESC, para ver los derechos que ha adquirido la EBU de todos los festivales que se realizaron desde 1956 hasta el 2003, y ver finalmente que se consigue del intrigante 64.

Pero nosotros tenemos que centrarnos en la canción ganadora de ese año, la primera victoria de nuestra maltratada Italia con Gigliola Cinquetti y Non ho l'eta (No tengo edad) que pulverizó el scoreboard con 49 votos, y casi triplicando al que quedó en segundo lugar a falta de dos puntos, que fue el famosísimo Matt Monroe por Reino Unido y I love the little things (Amo las pequeñas cosas).

A Gigliola NO le votaron Noruega, Dinamarca, Francia y para variar España jojojo. Pero un año donde cada jurado daba 5, 3 y 1 voto a sus canciones favoritas, Non ho l'eta obtuvo 3 puntos de Suiza y Alemania y los 5 de Luxemburgo, Países Bajos, Austria, Finlandia, Reino Unido, Yugoslavia, Bélgica y Portugal que fue el país debutante de la edición.

Una dulce niña de dieciséis años, que había nacido en Verona en 1947 en una familia humilde, y que cumplió el sueño de ganar el Festival de Sanremo y con ello ganarse el pasaporte a Copenhague y el Teatro del parque de atracciones Tívoli, lugar que fue sede del concurso europeo.

Actuó en el puesto duodécimo vestida de verde oscuro con un aire de niña naif y un poco tímida, alejándose de la imagen más mayor que dio en Sanremo con sus tacones pues aquí se puso unos zapatitos planos que le conferían un aire de "lolita" que treinta años más tarde volvería a funcionar con la polaca Edyta Gorniak.

La obra era creación de Nicola Salerno y Mario Panzeri, y desde el segundo uno que comienza a sonar sabes que va a ser un maravilla, una joya a la que adorar y se comprende porque es ganadora. Con ese sonido de la cuerda y el viento haciendo un diálogo con los acordes de piano que dan paso a un sencillo punteo de guitarra y la percusión para crecer de nuevo con el piano y los violines haciendo dibujos grandiosos. Se llega al estribillo con un giro de 180 grados que cambia el ritmo y cadencia del tema.

Os dejo el videomontaje hecho por los amigos de escplus con la pieza musical íntegra.

 

En la foto de encima podemos ver a una pequeña niña con su madre y es que la juventud de aquella época no tenía nada que ver con la de hoy en día, y los dieciséis años de la Cinquetti eran como los 6 de un niño del siglo XXI. Quizá la magia del tema italiano reside en ver a una adolescente recatada y provinciana cantándole al amor y dando a entender que el chico que la gusta es mucho mayor que ella y le pide cosas que no puede cumplir porque se le van del entendimiento. Piensa que no tiene nada que ofrecerle porque es demasiado niña para él y las necesidades que tiene, y le dice que algún día, más adelante y si le espera, su amor será completamente para él. 

¡¡¡Vamos, una delicia en toda regla!!! Con amor, desamor, drama, disgustos, esperanza, sufrimiento, incomprensión... y miles de cosas más... ¿A quién no le va a gustar? :D

Gigliola volvío diez años después, como ya vimos en otra entrada del blog hace alrededor de un mes, y quedó segunda tras ABBA en 1974 con la canción SI. Otra gran propuesta pero que está lejos del tema que doy que es perfecto al 100%.

Eurobesos para todos y mañana os presentaré el cuarto puesto que está ocupado, a mis ojitos, por la mejor canción británica que ha tenido Eurovision: REINO UNIDO 1994.