Buenos días queridos otro lunes más eurolectores,
En un par de días conoceremos Calm after the storm, la canción que representará a los Países Bajos con el dúo "The Common Linnets" creado para la ocasión por Ilse DeLange y Waylon. Pero debemos hacer un viaje retrospectivo y viajar 21 años atrás, a la trigésimo octava edición del festival que se celebró en Millstreet (Irlanda), en la que destacó una propuesta adelantada a su tiempo, demasiado moderna para el momento en el que se encontraba el ESC, la representación holandesa con Ruth Jacott y su pacífica Vrede (Paz).
Ese año la cadena estatal neerlandesa NOS le pidió a la artista que les representara en el concurso, así que se hizo una selección televisada, como solía preparar cada año, que tuvo lugar en la discoteca Escape de Amsterdam y en la que Ruth interpretó ocho canciones y la obra ganadora sonó en sexto lugar. El tema ganador se elegía mediante el voto de doce jurados regionales que votaban de una forma muy exagerada, pudiendo valorar con un baremo que iba desde los 1.000 hasta los 10.000 puntos jajaja, en vez de hacerlo del 1 al 10. Así que la ganadora obtuvo 83.000 votos... Vamos, casi más que Obama en las elecciones jojojo
Ruth Jacott nació en Surinam en 1960, un país de América del Sur que formaba parte del territorio colonizado por los holandeses, al igual que las Antillas, pero a los nueve años emigró con su familia a Holanda. Estudiaba en el conservatorio de Hilversum cuando a los diecisiete tomó parte en un concurso de talentos y empezaron a lloverle ofertas de trabajo. A finales de los ochenta y tras ganar otro concurso en Bélgica despunto en el mundo de los musicales llegando a tener un papel protagonista en "Cats". Y en 1992 fue corista de Humphrey Campbell en Malmö, quedando la candidatura en 9º lugar.
Desde el 25 de marzo que se eligió el tema hasta el 15 de mayo que se presentó a Europa hubo muchos cambios en la propuesta. A nivel musical con los pertinentes arreglos orquestales que consiguieron potencia y elegancia para un tema que no tenía nada de clásico, y que podía haber destrozado la sinfónica.
En lo referente a la escenografía Ruth se vistió de vampiresa con un mono ceñido y elástico que junto a su cambio de color de pelo y sus pendientes le daba un toque muy atractivo pero quizá alejado del concepto que necesitaba la canción con su mensaje de paz y amor.
Sus miradas al final de cada estribillo le hacían parecer la mala malísima de un culebrón donde la más retorcida se lleva al chico al catre. Y sus bailes son dignos de recordar con el coro teniendo un papel secundario siguiéndole el ritmo, pero que uno no puede dejar de mirar el cuadro de la gordi, la china y el negro. ¡¡¡Impagable!!!
La propuesta es transgresora e impactante, tanto que si participara ahora en el festival con un par de arreglillos seguiría siendo actual y mucho más contemporánea que muchas otras representaciones que tenemos que aguantar. Pero no estaban preparados los jurados europeos para votar por algo que no fuera una balada rancia o un petardeo barato en una época en la que el festival pasó del horterismo ochentero a la sobriedad de los noventa.
Únicamente el jurado anfitrión supo valorarla como merecía y concederle la máxima puntuación. Con los dieces de Bosnia & Herzegovina y Noruega. Hubo diez países que no la votaron pero España, que también tenía un tema con un mensaje transgresor, le dio siete maravillosos puntos. Así que The Netherlands sumó que la dejaron sexta y alejada del Top 5 pues Noruega fue quinta con 120 tantos.
En el geométrico escenario lució en el puesto número 20 de la parrilla de salida la canción flamenca, que era un canto pacifista en el que se cuenta que la humanidad ha avanzado mucho tecnológicamente, que trabajamos para mejorar a nivel científico y con ello ganar en calidad de vida, pero la parcela que tenemos más abandonada, la que nos haría más felices la descuidamos, que no es otra la paz tanto interior como con el resto de los congéneres.
Ya sabéis que considero que esta es una de las mayores injusticias del concurso a mi modo de comprender las cosas, porque la canción es buenísima con una letraza, porque ella es una artista con un estilazo y elegancia como se han visto pocas, y porque de haber ganado aquel año hubiera sido un revulsivo para el certamen, como lo fue Dana Internacional un lustro después o Loreen en 2012, pero el destino es caprichoso... Mi consuelo es que Ruth Jacott puede en PAZ estar consigo porque hizo una performance de matrícula de honor.
Eurobesos para todos y mañana el puesto número 11º del ranking con mi bronce personal sueco: Karleken Är.
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