Buenas tardes queridos eurolectores,
Nos vamos acercando al Top 10 histórico de un servidor, pero hoy toca hablar de la representación que ocupa el puesto 14, si bien durante muchos años estuvo en el top 5... Pero la vida avanza y yo he evolucionado también. Lo que pasa es que es tan difícil ordenar un grupo de canciones que te gustan todas tanto, que la que hoy está aquí abajo mañana podría estar arriba del todo... Pero el ranking es el ranking
Ya sabéis que normalmente me encantan canciones que han quedado muy bien, pero otra veces mis delicatesen son grandes temas maltratados por las votaciones. En este caso la candidatura de la que os hablo es del segundo grupo ya que la incomprendida Italia nos presentó un digna ganadora que debería habernos hecho viajar a Roma un año antes de lo que lo hicimos; pero los manipulados jurados de la época le dieron la victoria al zurrete yugoslavo que cerró el festival en vez de ensalzar a la potente balada que lo abrió en nombre del país con forma de bota.
En febrero ganaban a dúo la Diva Anna Oxa y el gran Fausto Leali el Festival de Sanremo con otra balada, en esta ocasión era más suave y con más cadencia que la que presentaría un mes después a la EBU. La RAI los seleccionó como abanderados para Lausana pero cambiaron de canción de forma muy acertada.
Oxa y Leali hacían una combinación portentosa, como si fueran una bomba de relojería a punto de estallar gracias a la sensualidad y atracción magnética de ella y a la sensibilidad y fuerza de él. Y se demuestra con el sentido comienzo de la canción casi a capella de Fausto que da paso la sugerente y susurrada melodía de Anna, tras la que se produce un diálogo que desemboca en una unión vocal sobrecogedora.
El aire rockero del tema en algunos momentos con la guitarra eléctrica y la batería le da otro toque diferente a de las baladas de ese año, que fue redondeada por la cuerda tan bien arreglada de Mario Natale al frente de la orquesta.
La historia cuenta el amor que hubiera podido ser entre dos personas que ya han cerrada la puerta a la relación que les unía. Hablando de lo que se hubieran dicho y hecho de seguir juntos, hablan de lo que habría querido (Avrei Voluto) cada uno.
Posiblemente les perjudicó abrir la competición, o quizá la dureza de la imagen de ambos, especialmente de Anna Oxa con su maquillaje y su peinado tan transgresores. Pero indistintamente su indumentaria sobria en negro fue excelente.
Sumaron un total de 56 puntos que sabían a nada cuando deberían haber sido al menos el doble para hacerse un Top 3. Hasta el noveno país en votar iban a 0, pero Portugal les dio 7 y sacaron del "null point" a la que era una de las grandes favoritas de la noche. Luego Finlandia que fue el país decimocuarto les dio 10 y a partir de ahí y con el 12 de España fueron escalando hasta quedar 9º ante la desesperada incomprensión de la delegación italiana, los eurofans y cualquiera que tuviera o tenga un poquito de oído.
Ya sabemos cómo es este show para lo bueno y para lo malo, y los resultados casi nunca son como deberían ser pero si disfrutamos de ello tenemos que ser conscientes de lo que puede suceder, lo cual no quita para que se nos rompa el corazón con algunas injusticias.
Eurobesos para todos y mañana una historia real convertida en maravilla y hecha poesía: Francia 1979.
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